
Ya desde el primer tema homónimo, apreciamos esas influencias clásicas de pop setentero en el de Nueva York, que continúan en los siguientes temas, "Jericho", "Rashida", "Barbara" y "Welcome To the Ball", en los que se va añadiendo también el Rufus que homenajea a Judy Garland, sobre todo al llegar "Montauk". Una primera mitad con buenos temas pero que como decía se hace algo monótona por estar demasiado vista ultimamente en sus trabajos. La segunda mitad comienza con "Bitter Tears", que ya nos enseña una senda diferente, ligeras bases electrónicas para un tema muy rítmico, que aunque no muy logrado, nos introduce en una segunda parte mucho más variada y por momentos acertada. "Respectable Dive" nos trae una balada al piano de cualquier pub oscuro a última hora de una noche de recuerdos, "Perfect Man" con su fantástico estribillo, nos muestra a un solista capaz de recuperar fuerza comercial, mientras "Sometimes You Need" es una de esas joyas que, a pesar de su clasicismo y como consiguiera "Going To A Town", triunfará entre los lectores de las revistas más cools del indie actual. "Song Of You" es uno de esos baladones en los que tan a gusto se encuentra, mientras que la despedida con "Candles" uno de los temas más ambiciosos de álbum, sin llegar a conseguir todo lo que busca, consigue mantener el buen sabor de boca que deja toda la parte final, que es la que hace que este Out Of The Game, se situe un peldaño por encima del irregular Release The Stars o dos de su demasiado plano All Days Are Nights: Songs For Lulu.
Terminamos dejando claro que a muchos gustará ese Rufus Wainwright del principio del disco, y aunque es lógico, no lo es menos el hecho de que ese talento que sabemos posee, debiera dejarle ser más atrevido a partir de ahora, que parece se ha recuperado de una mala época y llevarlo a soltarse del todo, en la busqueda de desarrollar todo lo que tiene para ofrecernos musicalmente, que es mucho.