PUNTUACIÓN (sobre 10) - 7,5

Musicalmente hablando Valtari parece aclarar que el camino que llevaba el grupo no era lo que realmente querían, quizá sí para la carrera de Jonsi en solitario, pero no para la banda madre, incluso parece explicar el porqué de el parón indefinido que se tomaron. Pero lo cierto es que el álbum tiene una primera parte magnífica, posiblemente los mejores 26 minutos de lo que llevamos de año, ciertamente lentos y mucho menos épicos de a lo que nos venían acostumbrando (a excepción de "Varúð"), pero de una belleza y una delicadeza insuperables. Cada nota, pequeño cambio de ritmo, entrada de un instrumento o alargadísima vocal de la insuperable voz de Jonsi, hacen que cada escucha de "Ég Anda", "Ekki Múkk" y "Rembihnútur" se vuelva más mágica, recordándonos, y eso es mucho decir, las partes más pausadas de Ágætis Byrjun. El tercer corte "Varúð", el único tema del álbum que también serviría para las magníficas cortinillas de Teledeporte o para el final épico de peliculas como 127 Horas, realza esta primera mitad con ese final in crescendo de magníficos coros, esplendidas guitarras y apoteósica batería, otro de esos temas únicos, ya van unos cuantos, que un único grupo puede hacer en el mundo. Ciertamente la segunda parte del álbum, como en su anterior disco no mantiene el nivel de la primera, la monotonía que provoca el colocar los cuatro temas más lentos, sin practicamente ninguna aparición de la voz de Jonsi, a excepción de la situada en primer lugar "Dauðalogn", es su mayor carga, a lo que se suma algún momento excesivamente ambiental o incluso new age poco acertados, aún con todo "Varðeldur" y la titular "Valtari" consiguen momentos muy acertados antes de que la despedida con "Fjögur Pianó", pieza que nos muestra de nuevo la facilidad del grupo con ese instrumento aunque aquí siempre esperemos que la melodía estalle y se vuelva algo más.
No sabemos como van a ser los siguientes pasos de los islandeses, y en el fondo nos encanta, por que es cierto que la segunda mitad de este álbum es algo fallida, o incluso que ya la de Með Suð í Eyrum Við Spilum Endalaust bajaba un poco el nivel, pero es que hablamos de un nivel tan alto que ni siquiera preocupa, pocos muy pocos, pueden ofrecer algo tan hermoso y a la vez tan diferente, tan calmado aquí y tan vigoroso y optimista allí, como las dos primeras partes de estos dos discos, y todo reconociendo que ninguno de los dos se encuentra entre sus obras cumbre. Nos parece que a partir de ahora empezará a bajar un poco su popularidad, que no habrá revista de modernos que le vuelva a dedicar grandes artículos y que a ellos poco o nada les importará, y a nosotros tampoco mientras continúen publicando y tocando en directo a poder ser sin que vuelvan a pasar cuatro años y haciendo lo que les de la gana, como titular este remanso de paz y belleza Valtari, que significa Apisonadora.