Como corto es The Bloom And The Blight, esta será una crítica corta, no necesitamos mucho para decir lo que queremos sobre el dúo de San Francisco y sobre su nuevo álbum.
Si buscáis en la mayoría de webs y revistas musicales de referencia moderna las reseñas de los trabajos de Two Gallants, encontraréis unas notas aceptables, pero sin destacar , más o menos siempre igual, un grupo que va pasando sin destacar demasiado, cierta notoriedad con su segundo largo What The Toll Tells y poco más. Quizá esa se la razón de que llevasen cinco años sin publicar y de que algunos pensasen que lo habían dejado, y no lo entendemos, sabemos que su estilo no es el que mejor se adapta a los gustos de la prensa musical modernilla, pero lo cierto es que la pequeña cuota que otros similares a ellos han ocupado, bien la hubieran merecido incluso con este disco, que puede ser el más flojo de su discografía pero que aún así es un trabajo notable , pues no desmerecen a los pocos elegidos que han tenido la suerte de entrar por el ojo a unos cuantos críticos, pudiendo llegar a un público más amplio y disfrutar de ser los músicos de raíces clasicotas preferidos de los indie modernos de turno. Si eres de los que ama el rock clásico y has disfrutado en los últimos años con The White Stripes, los primeros Kings Of Leon o The Black Keys, seguramente ya conocerás a estos chicos, si no, corre.
No recomendaríamos este largo para empezar con Two Gallants, aunque las señas de identidad siguen siendo la mismas, música de raíces americanas( folk, rock y blues) con un tamiz hard e incluso punk, de toda su discografía, pues aquí brillan ligeramente por debajo de sus anteriores entregas, pero brillan, no lo dudéis. La evolución que apreciamos en su anterior homónimo Two Gallants, la que reducía la duración de los larguísimos temas de sus dos primeros largos, intentando centrarse en temas más arquetípicos continua aquí, las majestuosas combinaciones de guitarra y batería estan presentes, aunque lo que hace que el álbum sea ligeramente inferior a los anteriores es una pequeña (pequeña sí) búsqueda de grandilocuencia en algunos temas con guitarras eléctricas más planas y monótonas de lo que acostumbran. Aún con eso, aquí hay joyas como "Song of Songs", "Broken Eyes" o "Cradle Pyre", de esas que llevan publicando desde que empezaron, y un puñado de temas que no bajan el nivel, lo que de nuevo hace de este un álbum destacable y ya van cuatro, así que por ahí los seguirán ninguneando pero aquí seguramente se colarán entre lo mejor del año. Solo pedimos que siguan publicando, si tal después ya les pediremos algo más.
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